AMIA, el paradigma de lo comunitario

Amia. El paradigma de lo comunitario.
Lic Analia Goldin

Recuerdo a mi padre contándome sus historias de infancia, en un mundo pobre en consumo y rico en afecto.
Mis abuelos fueron de aquellos inmigrantes rusos que vinieron de Europa hacia fines el siglo XIX, para tener y darles a sus hijos una vida mejor.
Vivían en uno de esos conventillos de la calle México, donde los vecinos se mezclaban en sus diferentes culturas e idiomas.
De todos sus relatos recuerdo uno que describe a mi abuela en un aspecto que marcó mis más profundas identificaciones, y que dio forma a mi ética y cosmovisión del mundo.
Mi bobe María solía sentarse  en su cocina, con su delantal a la cintura, y un tapado negro colgado en el marco de la puerta. Era el mejor abrigo que tenía. Mi papá recordaba su niñez sentado a la mesa construyendo muñequitos con miga de pan. También recodaba al tapado negro de mi bobe  guardado en su bolsa de nylon, a la espera de "la ocasión".
En esas tardes serenas del conventillo de la calle México, algo cambiaba de tanto en tanto. De repente, alguien golpeaba a la puerta. Mi bobe se enjuagaba las manos, y caminaba lentamente para atender. Dos hombres del otro lado, le decían algo en voz baja. Mi abuela, corría hacia la cocina, se sacaba el delantal, bajaba su tapado negro, lo vestía por encima de su batón, arreglaba el pelo lo mejor que podía y salía rápidamente de su casa.
Cuando regresaba, colgaba nuevamente su tapado negro, y volvía a ser la de todos los días.
Pasó mucho tiempo hasta que mi padre se enteró de las salidas misteriosas de su madre.
Aquellos señores que la venían a buscar, traían noticias de alguna viuda o huérfanos, inmigrantes, que necesitaban ayuda. Ella, vestida con su tapado negro, iba a visitar a alguna de las familias más ricas de la comunidad para solicitarle ayuda. Siempre eran los mismos los que ayudaban, y ella sabía a donde recurrir.
"Kol Israel arevim ze laze" (Todo miembro de Israel es responsable por su prójimo), era la frase que la llevaba a abandonar su tarea. Cuando la necesidad comunitaria ya no la requería , regresaba a su cocina, a su delantal, a su familia.
Estas bases éticas fueron los pilares de nuestra comunidad judía, plasmada en AMIA.
El inicio de la historia de Amia coincide con los inicios de la aparición de los primeros signos de vida judía en la Argentina, hacia fines del siglo XIX. Estos inmigrantes, que venían en su gran mayoría de Europa Oriental, sentían la necesidad de transmitir y continuar su vida basándose en los principios que modelan a los ritos judíos que acompañan el ciclo de vida judía.

La comunidad judía argentina basó sus instituciones en salvaguardar los aspectos que tienen que ver con el factor religioso, educativo, cultural, subsistencia económica y de integración al país.

Desde sus inicios la comunidad pensó sus instituciones siguiendo estos factores rectores, y es por eso que la AMIA, cómo organización centralizante se preocupó por delinearse, sin perder sus valores fundantes.
La historia de la organización se puede dividir en 4 períodos:
1- La comunidad judía aluvional (1890-1920), con su “asociacionismo voluntario”, su falta de centralización de las funciones comunitarias y la necesidad de los judíos inmigrantes de identificarse como tales. Grupo de inmigrantes que necesita continuar con sus ritos especialmente la sepultura, lo cual se plasmó en la primera formalización comunitaria:
La Jevra Kadisha, encargada de los sepelios y entierros según el
rito judío. Los judíos no sólo querían vivir como judíos sino morir
como tal.
2- La comunidad judía organizada (1920-1960) Comienza la época de la refundación de las instituciones, las centralización, y organización de la red de escuelas. En 1935 es creado el VAAD HAJINUJ (Consejo de Educación Judía para las escuelas de la Capital Federal y Gran Bs. As). Aparecen modos tentativos y diversos de focalizar la actividad comunitaria. La línea de desarrollo entre la Jevrá Kedushá que sólo proporcionaba servicios fúnebres y el consejo educativo dan origen a la nueva AMIA como comunidad organizada que abarca diversas ramas de la vida social y cultural y marca los cambios de esta etapa. Se comienza a sentir la necesidad de una institución que se haga cargo también de la ayuda social: ayuda a necesitados, subvenciones a viudas, donaciones a entidades, intervención en conflictos intercomunitarios. La primera comisión directiva de esta nueva estructura comunitaria (llamada desde ahora AMIA: Asociación Mutual Israelita Argentina) fue sancionada el 31 de marzo de 1949. El cambio tuvo 3 objetivos:
a- Actuar según las leyes vigentes.
b- Salvaguardar los objetivos principales de las costumbres y tradiciones de la Jevrá Kadishá además de cumplir con las tareas específicas de carácter social, que imponían las circunstancias vigentes
c- Velar enérgicamente por el carácter democrático y popular de la institución.
Es desde ese momento que las autoridades de AMIA son elegidas democráticamente en elecciones comunitarias representada por listas partidarias.
Es así que la comunidad se representa a sí misma y a sus socios. En el año1933 surge la necesidad instituyente de concentrar los esfuerzos de representación externa. Así fue como en 1935 surge un nuevo brazo dentro de la AMIA y es la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas), representación política de todas las instituciones judías del país. Es el ente que asume la representatividad frente al gobierno argentino.
  • El 18 de abril de 1941 se aprueba el estatuto fundacional de la AMIA:
Capítulo1
Generalidades:
Art. 1: DENOMINACIÓN:
La Asociación Mutual Israelita Argentina de Buenos Aires. (ex Jevrá kedushá) constituida el 26 de abril de 1999, se denominará en lo sucesivo Asociación Mutual Israelita Argentina de la Comunidad de Buenos Aires.
Art. 2. FINES:
La asociación tiene por objeto servir de vínculo entre los judíos de la Capital Federal y el Gran Bs. As. desarrollando las actividades señaladas en los arts. 3 y 6, de acuerdo con la reglamentación que apruebe la asamblea.
Art. 3. OBRA SOCIAL:
a) En beneficio de los asociados y sus familiares mediante la prestación de ayuda constructiva y subsidios en caso de fallecimiento.
b) Subvención a entidades de beneficencia, culturales, educacionales, religiosos, y obras que persigan altos fines.
c) Apoyo a toda acción constructiva en bien de Israel.
d) Toda obra de bien común que no fuere contraria al espíritu de los presentes Estatutos.
Art. 4. OBRA CULTURAL Y EDUCACIONAL.
a) Promoverá la difusión de la cultura judía y general originando: conferencias, cursos, audiciones, etc.
b) Editará y/o auspiciará publicaciones de toda índole.
c) Abogará por su creciente intercambio espiritual y cultural entre la República Argentina e Israel.
d) Propenderá a la educación judaica entre los asociados y la colectividad judía en general mediante la subvención de escuelas israelitas y el mantenimiento y apoyo de institutos y seminarios.
e) Fundará organismos educacionales con la colaboración de las escuelas subvencionadas
Art. 5. ASISTENCIA ARBITRAL:
Prestar a los asociados asistencia arbitral para solucionar conflictos entre ellos y siempre que ambas partes estén de acuerdo en someter sus diferencias a la C.D. con excepción de las improcedencias que señala el art. 768 del código de procedimiento en lo civil y comercial, y de acuerdo a las prescripciones a los títulos XXXII y XXXIII del mismo.
Art. 6 ASISTENCIA RITUAL:
Proporcionará a los asociados y miembros de sus familias la asistencia ritual que de establezca y en caso de fallecimientos, el lugar para su sepultura en los cementerios de la Asociación, de acuerdo con las prescripciones tradicionales del rito israelita.
Art.7. CARÁCTER:
La asociación se constituye como una institución absolutamente apolítica. No participará en actividad alguna que tenga un carácter ajeno a sus fines, pero queda facultada a participar, por medio de las acciones pertinentes, en todos aquellos casos en que se trate de la defensa de sus asociados y del buen nombre de la colectividad judía.
Art. 8 DOMICILIO:
El domicilio de la Asociación queda constituido en la Capital Federal.
Art. 9 TÉRMINO:
La asociación se constituye por tiempo indeterminado y subsistirá mientras haya diez socios dispuestos a sostenerla y que se comprometan a preservar en el cumplimiento de sus fines sociales y no sobrevenga alguno de los casos previstos en el Art. 48 del Código Civil, la Asociación está capacitada para adquirir bienes muebles e inmuebles y contraer obligaciones, así como para realizar cualquier operación con los Bancos de la Nación Argentina, Hipotecario Nacional y Provincia de Buenos Aires.
Art. 10 IDIOMA.
La Asociación empleará en sus libros, actos y escritos el idioma castellano.
3- La comunidad judía moderna (1960- 1994) Surge a partir de la crisis de las estructuras centralizadas y del comienzo de la profesionalización de las diversas áreas. Se produce un cambio estructural que se advierte en la distancia que separa la figura del activista comunitario voluntario de la del “gerente” profesional.
Los modelos comunitarios de la etapas anteriores comienzan a resultar anacrónicos o insuficientes, las nuevas generaciones se concentran alrededor de grandes clubes sociodeportivos y nuevas congregaciones religiosos comunitarias. Se profesionaliza la ayuda a los pobres y la dirección de las instituciones.
Se busca contar con funcionarios técnicos entrenados en las complejidades de la vida moderna. La AMIA se comienza a pensar como un ente programático y eficiente, manejado por gerentes capaces. El contexto económico y político de la Argentina hace pensar en la necesidad de privatizar y desregular la acción de ayuda educativa y social. En las internas de la institución se comienzan a preocupar porque este proceso de cambio preserve la centralización de la comunidad, para evitar la dispersión y el vaciamiento ideológico
v En este período la asociación cuenta con los siguiente departamentos:
Consejo Central de Educación. Su mayor objetivo fue centralizar la educación judía, acompañar a los cambios e incorporar constantemente los cambios programáticos y didácticos, y proveer de todo lo necesario en los niveles directivos y docente.
v El 8 de septiembre de 1944 se contribuye la Federación de Comunidades Israelitas Argentina, conformándose un Fondo Común para subvención de necesidades de las comunidades del país. Su objetivo central es mantener el contacto con familias judías aún en aquellos lugares donde no existe vida judía organizada. Su cuerpo conductor está formado por miembros de todo el país.
v Centro De Investigación y Desarrollo contemporáneo Mark Turrow. Fue creado para investigar y difundir la multifacética vida de los judíos en la Argentina, ayudar a conservar sus materiales documentales y testimoniales,
v Ente Coordinador de Instituciones Asistenciales.
Tiene como objetivo llevar a cabo proyectos sociales y asistenciales que no son provistos por ninguna de las entidades, constituir una estructura permanente de detección y respuesta a los problemas sociales y de salud de la Comunidad.
v Departamento de Servicio Social: Tiene la responsabilidad de implementar programas para llevar a miles de judíos alivio y respuestas concretas a problemas tales como la falta de vivienda, la necesidad de medicamentos, la subvención de alimentación y vestimenta y actividades de recreación.
v Departamento de Juventud: La AMIA destina parte de sus recursos a todas las actividades realizadas con jóvenes y apoya económicamente a proyectos de desarrollo de inquietudes de los jóvenes de la comunidad.
v Departamento de socios. Fue creado para aunar esfuerzos por la continuidad de las obras que AMIA realiza en diversas áreas como educación, cultura, formación juvenil, asistencia social, centros de tercera edad, servicios espirituales y rituales y todas aquellas necesidades que la comunidad tiene.
v Rabinato Superior: Constituye la máxima autoridad religiosa del país. Tramita certificados de casamiento, mediación de rabinos parar solucionar problemas familiares, económicos, etc.
v Profesorado Agnon. Tiene como objetivo la formación y la capacitación de docentes en el área de educación inicial.
v Mijlelet Shazar. Desarrolla la tarea específica de capacitar y formar docentes para las áreas judaicas de los programas de la red, a niveles primarios y secundarios.
v Instituto Rambam Escuela de nivel medio y terciario. No sólo brinda la formación requerida por los programas de educación vigentes, sino que extiende su tarea a encuentros y reuniones académicas interdisciplinarias con directores y con docentes de diversos niveles.
v CEHIS. Centro de Estudios Históricos y sociales de la Kehilá. Se dedica a la recopilación de información y al análisis de los procesos sociodemográficos de la comunidad judía en todo el país.
v Biblioteca José Mendelsohn. Se especializa en temática judía y sus obras se encuentran en castellano, idish, hebreo, ingles, etc.
v Departamento de Cultura. Es la encargada de la organización de espectáculos, clases, conferencias, cursos, concursos literarios, fotográficos, video, etc.
v La bolsa de trabajo: Pensada desde sus objetivos sociales, es la encargada de ayudar en el empleo de aquellos que lo buscan, y la selección de personal y para los empleadores que así lo soliciten.
4- La refundación. El atentado a la sede de la AMIA le plantea a la comunidad la necesidad de reconstruirse y le exige, en su refundación, cambios acordes a las circunstancias de la época. Se reestructuran los departamentos existentes y se abren otros nuevos acordes a la realidad de la comunidad y del país.
Pasó un siglo desde que mi abuela llegó al país. Yo disfruté y formé parte de muchos de los proyectos de la comunidad que ella soñó.
El posmodernismo y su liquidez, diluyó muchos de aquellos valores comunitarios en pos de un individualsmo cruel, donde no hay mucho lugar para el tapado negro de mi bobe.


Bibliografía:
Amia. Comunidad Judía de Buenos Aires. 1684-1994 Ed.Milá. Bs. As. 1995
Los judíos en la Argentina. Ed. Betenu. Bs. As. 1886

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