Entrevistas preliminares. ¿Cuándo comienza un tratamiento?

Analia Goldin

“Quién pretenda aprender por los libros el noble juego del ajedrez, pronto advertirá que sólo las aperturas y los finales consienten una exposición sistemática y exhaustiva, en tanto que la rehúsa la infinita variedad de las movidas que siguen a los de aperturas”[1]

Pedro consulta ya que siente un malestar en su vida. Su demanda de análisis conlleva un sufrimiento subjetivo. El motivo de consulta es para él angustiante.

“Sé que en mi vida las cosas no funcionan bien”.

Se presenta como un profesional exitoso pero desdichado en su vida sexual.

Según la cita anterior del texto de Freud, Pedro es escuchado por un terapeuta que sabe que una nueva partida se debe iniciar. Sabe que en las siguientes entrevistas preliminares deberá establecer un diagnóstico y prever estrategias de trabajo.

Nos encontramos con un sujeto que demanda por su angustia y su deseo de cura a través del análisis, y un analista que deberá decidir en las primeras entrevistas si dicho dispositivo se pondrá en marcha.

Cuando los analistas nos encontramos frente a la angustia de un sujeto que consulta, rápidamente aparece la pregunta ¿Qué puedo hacer yo por él? ¿Podré hacer algo para ayudarlo?

La demanda de análisis de Pedro está encuadrada en lo que podríamos llamar las entrevistas preliminares. Para Freud las entrevistas preliminares tienen una función importante como motivación diagnóstica y para decidir si el paciente es analizable. No todo aquel que consulta puede encaminarse en el camino del análisis. No todo analista es para todo paciente ni todo paciente es para todo analista.

A decir por Piera Aulagnier el tiempo, para iniciar los movimientos de apertura, lo tenemos contado. Estamos convencido que un análisis se basa en sus vínculos tansferenciales, por lo tanto si decidimos no iniciar tratamiento, tenemos que tratar que sea con el menor costo psíquico posible, ya que el paciente acude al terapeuta llevado por un sufrimiento y a la espera de que Ese Sujeto Supuesto Saber pueda alivianarlo.

Pedro espera que la terapeuta sepa del motivo de su sufrimiento. Cree que el analista tiene un saber que él carece. Desde esta demanda es pensable que algo de la transferencia ya empieza a ponerse en juego desde la confianza que Pedro comienza a depositar en el terapeuta. Si la decisión de iniciar el tratamiento se prolonga corremos el riesgo de que Pedro sienta que algo dentro de él se descompensa.

Pero la entrega es en cuotas. Pedro tantea al profesional que tiene en frente. Relata por partes aquello que lo aqueja. El analista escucha pero sus intervenciones son cautas, para no tocar aquello que despierte pasiones muy profundas. Ambos miden el tiempo del otro. La entrega no es completa.

Es momento de pensar en el diagnóstico de Pedro.

La propuesta no depende solamente de aspectos nosográficos, sino deberá tomarse en cuenta si el analista puede participar de este trabajo analítico. Si el analista quiere “proponer – se” al paciente, al decir de Aulangier. Dependerá de su propia problemática psíquica, sus propios puntos resistenciales. Es responsabilidad del profesional hacer un propio auto análisis para poder decidir si podrá preservar su relación transferencial, teniendo en cuenta la abstinencia y la neutralidad, elementos esenciales para el método psicoanalítico.

El terapeuta más que iniciar su “partida del juego de ajedrez” con un neurótico o un psicótico, se enfrentará con una singularidad y su sufrimiento.

Pedro comienza a hablar. Devela su angustia, su padecimiento. El analista, atención flotante por medio, comienza a escuchar a Pedro a la luz de la dirección de la cura.

Se comienza a construir la díada analista- analizable.

La transferencia se instaló.

El apasionante camino del tratamiento es iniciado.

Bibliografia:

  • Sigmund Feud. Obras Completas. Tomo XII. Sobre la dinámica de la transferencia
  • Sigmund Freud. Obras Completas. Tomo XII. Sobre la iniciación al tratamiento.
  • Sigmund Freud. Obras Completas. Tomo XII. Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico.
  • Piera Aulangier. “El aprendiz de historiador”. Cap3 Avengurg. En Testimonio de la clínica.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Psicoanálisis y Shoá: Dra. Gisella Perl - Psicoanálisis de la ética