El secreto en las nuevas parentalidades

El relato que entrama las configuraciones vinculares

Equipo de investigación:
Coordinadora: Diana Blumenthal
Ana Adradas, Analia Goldin, Florencia Montiel,
Claudia Pereyra, Gabriela Szakalicki.

Sabemos del efecto de violencia que producen los secretos en las configuraciones vinculares, y sus consecuencias para sus integrantes.  En esta oportunidad, queremos transmitir nuestro pensar y nuestros interrogantes especialmente en su funcionar en las configuraciones mono y homoparentales. Resaltaremos  cómo las intervenciones del terapeuta pueden facilitar u obturar la tramitación y los grados de develamiento de una verdad no dicha.
Entre el silencio y el habla se esconde el secreto.
Diferenciamos silencio de lo no dicho, pensando el silencio como pausa para lo que viene, lo creativo, y lo no dicho como aquello que obtura la angustia, produciendo el síntoma, que  es lo que llega a la consulta. Cuando las verdades son complejas, a veces por miedo a decirlo todo, no se dice nada, y se deja al niño tanto con la pregunta sin respuesta como sin la posibilidad de interrogar. De esta manera queda lugar a diversas conductas inhibitorias: problemas de aprendizaje, conductas evitativas, retraimientos, por decir solo algunas…
“María consulta porque su hijo de 10 años viene repitiendo primer grado varias veces. En sus gráficos aparecen reiteradas veces padres muertos o accidentados. La mamá relata que Pedro fue producto de una violación sufrida en un taxi por un desconocido, al que nunca más vio.  fue denunciado ni investigado.”
Suelen aparecer en este momento de la consulta  las inquietudes en cuanto a qué y cómo decir acerca de la verdad silenciada. Nosotros pensamos desde la función del analista que es necesario colaborar en la construcción de un relato que permita ir develando lo no dicho.
Los relatos familiares no son ingenuos, tanto lo dicho como lo no dicho producen efecto, y en las historias familiares los niños encarnan un personaje con características que el entorno familiar les asigna. Es así como también lo no dicho,  formará parte de ese rol que el niño ha de  jugar. Lo no dicho, silenciado, formará parte del juego entre presencias y ausencias.
Entre las vicisitudes de los efectos de la transmisión podemos mencionar la complicidad en el secreto silenciado.  Nos referimos a los niños que se sienten intimidados al preguntar.
“Me acuerdo que a los 8 o 9 años le pregunté a mi mamá el nombre de mi papá. Ella se estaba maquillando frente al espejo y me respondió “sos hija de madre soltera”…” y continúa “...algo vi en su mirada por lo que nunca más me animé a preguntar….
Pensamos que la negación, evasión o desmentida de la verdad  vulnera los derechos del niño a saber  sobre su origen. Lo no dicho forma parte de la subjetividad del niño desde la significación que a aquello le dan sus padres. Los contenidos de las verdades ocultas, de la pareja parental, de la pareja conyugal, de su círculo familiar, o del contexto social en que nació, le pertenecen al niño. Desde una mirada vincular el interjuego de las diferentes dimensiones se entrecruzan y aparecen en el sujeto. Lo intersubjetivo, lo transubjetivo y lo transcultural, se manifiesta en la estructuración psíquica.  Si durante esta construcción los secretos encubren frustraciones, vergüenzas, miedos, etc., la pregunta del niño queda contaminada por estos sentimientos parentales, posibilitando la aparición del síntoma.
La pregunta por el origen:
¿Todo deberá decirse a un niño? ¿En cualquier momento? El niño tiene derecho a saber sobre su origen, pero hay situaciones traumáticas o con contenidos complejos  de tramitar. Es allí donde el terapeuta puede co-pensar con el niño y su familia. para ir encontrando el modo de construir el relato de aquello vivido, de aquel acontecimiento que  vivido en otro tiempo, insiste y no cesa de no inscribirse.
Proponemos crear las condiciones de producción de relatos que den sentido, que nombren aquello que provoca sufrimiento, angustia, miedo.  Se trata de relatos conjuntos entre analista y consultante. Un relato conjunto entre analista y consultante/s puede ayudar a encontrar un modo de interpretación de lo vivido o elegido por esos padres, que sea acorde a la edad evolutiva de sus hijos y  las posibilidades de comprensión del niño.
Daniel Waisbrot en el libro  “El trabajo del amor” describe al vínculo con los hijos desde lo que “estalla en sus diferencias todo el tiempo y rara vez está donde uno lo espera”[1]. Y allí, justamente, su condición de ajenidad, de irrepresentable, se torna inasible. Padres abiertos a la alteridad de sus hijos sabrán cómo y cuándo continuar con el relato, si este debe ser más ampliado.
No siempre es tarea fácil discriminar estos aspectos.  Una mamá preguntaba a su terapeuta  “...el papá se suicidó... ¿se lo tengo que decir…? ” O “...el papá no tiene permiso para verlo solo, debe ser con una asistente social...es peligroso….no entiende las necesidades del nene, parece un chico como él....Pepe está empezando a preguntar…. ¿qué le digo?”
A veces las verdades quedan congeladas y es necesario ayudar a revisarlas, a veces a reconstruirlas y construir con el paciente un nuevo relato posible de ser dicho  y  escuchado.
“Las familias son sociedades que siempre ocultan algo. El secreto es un muro imaginario, estuche seguro, ficción de interioridad, destino cifrado”.[2]
Una pareja de hombres gays adoptan a una nena de 5 años que residía en un hogar  desde hace tres años. Consultan para ver si la nena está bien y para ver cómo ayudarla con el tema de su madre. Ellos relatan: “...Esta mujer, que la visitaba en el hogar muy de vez en cuando… parece tener un diagnóstico de esquizofrenia y adicción a las drogas… A veces se le aparece en la puerta del jardín y una vez en la puerta de casa. Cada vez que sucede esto entramos en pánico porque sabemos que no puede hacerse cargo de la niña, ella la abandonó, el juez nos dijo que nos quedemos tranquilos pero decidimos mudarnos, vendiendo la casa, para que esta mujer no nos siga el rastro. La segunda vez que se apareció en la puerta del nuevo jardín….se había teñido el pelo y estaba distinta…. La nena, desde el auto la vio y me dijo….mamá vino disfrazada para que no la conozcamos…no me gusta hablar con ella decile que se vaya”
Ellos, con un mecanismo compulsivo, quieren huir, escapar, creyendo que así se protegen y protegen a la niña de una realidad que se les presentifica y no saben qué hacer ni qué decir.  En tratamiento habrá que construir el relato conjunto que habilite a esta familia de 2 padres con la niña a hacer algún lugar a esa madre.  Poner palabras al acto para que esa madre pueda, a su manera, ser quien es, sin disfraces que la niña igual develará.
Es tarea del terapeuta  ayudar a desentrañar el motivo del secreto y los efectos  que su violencia ejercieron en el niño y su familia.
“La violencia impuesta está centrada en la renegación doblemente ejercida del carácter inalienable del espacio corporal y del espacio psíquico del niño. Los adultos se arrogan el derecho de ser los únicos en decidir sobre estos dos espacios del niño. Al separarse al niño de su historia, al arrancarle su prehistoria, lo que se produce es una mutilación en esa subjetividad en cierne”.[3]
 Otra situación clínica
Marina dice no conocer a su padre. Cuenta que cuando tenía 8 años le pregunto a su madre acerca de quién era, a lo cual recibió como respuesta “sos hija de madre soltera” y nunca más volvió a indagar intimidada por la frialdad de la respuesta. Transitando su adolescencia motivada por un amigo se vuelve a cuestionar por sus orígenes y comienza a investigar. Su madre le devela que el padre nunca supo del embarazo. Marina inicia una búsqueda vía redes sociales, descubriendo que tiene medios hermanos, los cuales le aportan datos.  Es en ese momento que comienza a analizarse.
Marina habla muy pausado como si le costara armar una frase o expresar una idea y no reconsideramos que sea por cuestiones intelectuales ya que tiene muy buen desenvolvimiento en su carrera. Diríamos como si le costara expresar quién es y qué desea.
”Un sujeto no es solamente hechura de la cultura, sino que es hacedor de la misma”[4]. Esto ocurre en lo familiar y en cualquier contexto que se defina como tal. Ahora, si “el sujeto sólo es hechura de la cultura y no su hacedor, peligra como sujeto”, entonces puede quedar como objeto de una situación intrafamiliar. Ejemplo de esto es el efecto siniestro que provoca cuando un niño vive con sus apropiadores ignorando su situación. Ulloa dice, “secretear lo que de por sí ya aparece como un secreto, es un secreto no a voces, sí a murmullos. Es negar y negar que se niega, o sea una renegación cronificada”[5]. Este funcionamiento  familiar trae aparejado en el sujeto que ha vivido en ese entorno siniestro,  serios problemas afectivos con la verdad.

Pensamos que cada consultante trae sus verdades subjetivas, propias de cada sujeto individual, pero queremos hacer diferencia entre lo que significa armar un relato con la historia familiar que develar secretos encarnados en la historia familiar.
Los avances de la tecnología habilitan diversas formas de parentalidades, en las que los conflictos no difieren en gran medida  de los que tramitan las así llamadas familias tradicionales, no obstante observamos en consultantes de “familias en la diversidad”, la existencia de secretos relacionados con el origen y la dificultad para develarlos también en los analistas.
Se trate de familias Homo o Mono parentales, sin duda dejarán al descubierto ausencias, las que proponemos tramitar a través de la construcción de redes en tanto “pensamos a la Red como un entramado de relaciones que permite múltiples vinculaciones entre los sujetos y el medio socio-cultural”[6].
Hace ya mucho tiempo que pensamos que  las ausencias de personas concretas: “madre padre” no son significativas en la constitución de la subjetividad del niño. Por eso decimos que las funciones subjetivantes indispensables para la constitución psíquica y crianza del niño pueden ser ejercidas por uno o más sujetos de la Red, responsables de sostener en presencia los lazos de amor, respeto y comprensión.


Bibliografía

     Blumenthal y otros “Tratamientos en Red,” una estrategia para el siglo XXI Ed Distal  Bs. As.  2005 cap I
     Gampel Y. “Esos padres que viven a través de mí”. Ed paidós 2006
     Percia, M.. La novela familiar de Enrique Pichón Riviere. Revista Topía Nº 54 Noviembre 2008-Marzo 2009.
     Rodulfo, M.  “Perturbaciones en el vínculo temprano. La sustracción de un trayecto identificatorio”, Clase magistral dictada en el Consejo Nacional del Menor y la Familia. Bs. As. 1994).
     Ulloa, F.”Sociedad y Crueldad”  (notas preliminares). 1999
     Waisbrot D.  “El trabajo del amor. La tensión entre amor sexual y amor filial”. Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares, Tomo XXXIV, Nº 2, 2011








[1]  Waisbrot, Daniel. El trabajo del amor. La tensión entre amor sexual y amor filial. Psicoanálisis de las Configuraciones Vinculares, Tomo XXXIV, Nº 2, 2011, pp 97-107
[2] Percia, Marcelo. La novela familiar de Enrique Pichón Riviere. Revista Topía Nº 54 Noviembre 2008-Marzo 2009.
[3] Rodulfo, M.  “Perturbaciones en el vínculo temprano. La sustracción de un trayecto identificatorio”, Clase magistral dictada en el Consejo Nacional del Menor y la Familia. Bs. As. 1994).

[4] Ulloa, Fernando.”Sociedad y Crueldad (notas preliminares). 1999
[5] ibidem
[6] Blumenthal y otros “Tratamientos en Red,” una estrategia para el siglo XXI Ed Distal  BsAs  2005 cap I

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